Parece un barco hecho de piedra en mitad de la Costa del Sol. Pero en realidad se trata del Castillo de Colomares, el monumento más grande a Cristobal Colón que existe en el mundo. Es un edificio sacado de una película surrealista que esconde toda la historia del descubrimiento de América en su fachada y la iglesia más pequeña del mundo en su interior.
Cuando llegas a él a través de una estrecha carretera no sabrás ni por dónde empezar a observar. Esta construcción está repleta de formas retorcidas e intrincadas fue obra del Dr. Esteban Martín y está totalmente diseñado de forma laberíntica. En su fachada se ha ilustrado el descubrimiento de América en 1492 de principio a fin, pero esta no es su única particularidad.
Salta a la vista la estructura con forma de barco del propio castillo, al que no le falta ni la proa de las carabelas que acompañaron a Cristobal Colón en su viaje al nuevo mundo. Todas ellas apuntando al oeste, la ruta que siguió el descubridor. Y esto es solo el principio. Por eso recomendamos la visita exterior, que cuesta 3 euros y explica toda la historia.
El exceso es el protagonista de esta construcción, realizada en 1987 con influencia neorrománica, neogótica, neomudéjar, neobizantina y hasta china en la torre y los tejados, reflejando el paso por tierras asiáticas de la historia de Colón.
Además, en su interior esconde la iglesia más pequeña del mundo según el Libro Guinness de los Récords. Se trata de una capilla diminuta de 1,96 metros cuadrados dedicada a Santa Isabel de Hungría. Un secreto histórico escondido en Benalmádena con preciosas vistas al mar que merece la pena visitar.
Fotos | @castillocolomares, @mochileandosobreruedas.
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