Desde que probé algunos de los productos de la colección Fenty Beauty by Rihanna sabía que mi experiencia con ella no había terminado y había muchos productos que tenía ganas de seguir probando. Por ello, hace unos días, se me olvidó llevar algún labial en el bolso (cosa rara en mí porque suelo llevar dos o tres como mínimo) y decidí comprarme el Gloss Bomb de la colección de Rihanna, ese al que tachan de universal y apto para cualquier tono de piel. Así que os cuento mi experiencia con él.
Desde que empecé a ver y leer reviews en la red sobre este gloss sabía que tenía que ser mío, sobre todo porque el tono me encantaba, me parecía muy versátil y quedaba genial. Por ello, como podéis imaginar mis expectativas eran muy altas.
Pues bien. Os diré que lo primero que llama la atención, como no podía ser de otra manera, es su packaging, es precioso, con su forma de hexágono, su tapa plateada, la misma caja, una pasada visual, pero la verdad es que me parece un poco pequeño, aunque es algo más ancho de los habituales, es pequeño.
Se trata de un gloss en un tono marrón con destellos dorados, lo que lo hace muy atractivo para cualquier tipo de looks, tanto los diarios más sencillos, a otros más elaborados sin dar demasiado protagonismo a los labios.
Según su descripción también nos da efecto voluminizador y es que sí, brilla bastante, por lo que ese efecto sí que se consigue, y con un aroma muy agradable. Además, tiene un aplicador mucho más gordito de lo habitual lo que hace que sea más sencilla la aplicación en una sola pasada (o más difícil como tengas los labios finos porque es realmente gordito).
Y es que tampoco aspira a mucho más. Estamos ante un gloss que sí, es bonito, pero tampoco es que me mate ni mucho menos, se trata de un producto para que los labios brillen un poco, sin más, apenas da color, por lo que entiendo eso de que vaya bien a todos los tonos de piel, si no aporta color, difícilmente va a sentar mal, simplemente aporta brillo gloss con un toque de glitter muy sutil.
Tampoco es que me llame especialmente la atención su formulación ya que, como la mayoría de los gloss es pegajoso y no dura demasiado (creo que el único que ha superado mis expectativas en este aspecto es el de By Terry). Sí, hidrata, pero tampoco es su mayor fuerte, como cualquier otro gloss.
Vamos, que no digo que no es un producto que no me guste, sí, me gusta, pero como lo haría cualquier otro gloss de precios más asequibles. Puede que llame más la atención si ponemos primero un labial y luego encima el gloss, pero eso ya supone que como te quieras retocar tienes que llevar dos cosas, lo que no me convence, ahí realmente estamos escondiendo el gloss porque primará el color del labial, solo aportamos brillo, que puede ser una opción, pero tampoco es que me mate la idea.
Por lo tanto, a la vista de que cuesta 17 € en Sephora, creo que hay productos que cumplen el mismo propósito por mucho menos.
Eso sí, también tengo claro que el próximo que caerá en mis manos será el Stunna Lip Paint rojo a ver si es verdad lo que dicen de él o me siento un tanto decepcionada también.
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