Es normal que perdamos pelos cada día y a mí se me caen bastantes. Nunca había necesitado hacer nada, porque tengo mucho pelo y la caída siempre es igual, no cambia con la dieta, stress o estaciones del año, pero hace unos meses llegó un momento en que el pelo se me caía a mechones.
Después de investigar mucho, descubrí que después de una operación o grave enfermedad, el stress y esfuerzo de la recuperación puede hacer que el pelo se caiga, y que la caída puede producirse varios meses después de la enfermedad en sí. Yo pasé por una cirugía importante en septiembre, así que ya tenía a mi culpable.
La pregunta era entonces ¿había algo que pudiera hacer para frenar la caída? La recomendación de mi peluquera fue el serum anticaída Balance de Wella, orientado a episodios puntales de caída no genética.
El tratamiento anticaída pertenece a la colección Balance de la línea Wella Professionals Care, que solo se encuentra en peluquerías y salones especializados. Dentro de Balance hay otros productos para el pelo sensible, anticaspa o cabello sin vida y todos ellos contienen bambú, cafeína y mentol.
El tratamiento viene en la cajita que veis en la foto principal, que contiene 8 ampollas de 6 ml de serum cada una y un aplicador de plástico. Tengo el pelo hasta los hombros y la dosis recomendada era media ampolla con cada lavado.
La aplicación es muy simple: un poco a la manera de los tintes, con la punta del aplicador se aplica el serum dibujando líneas rectas en el cuero cabelludo, desde adelante hacia atrás. Una vez aplicada la dosis, se masajea para cubrir todo el cuero cabelludo y se deja así, sin enjuagar. Luego se puede secar el pelo con secador o seguir con la rutina habitual.
Y los resultados no han podido ser mejores. Estoy muy satisfecha porque esperaba volver a los niveles de caída de antes de la operación, pero prácticamente he dejado de ver pelos en la almohada. Eso sí, no os mentiré, creo que la mejora también se debe a que ya estoy completamente recuperada de la operación y a los efectos fortalecedores del masaje, incluso uno dado por uno mismo.
En resumen, este ha sido un tratamiento con un muy buen resultado, que bien vale los 28 euros que pagué por él. Y como moraleja, he aprendido también que cuando el cabello sufre de alguna cosa, un peluquero especializado bien puede ayudarnos a solucionar el problema. No sabéis cómo echo de menos a la mía...
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