En medio de un bosque idílico rodeado de cascadas, lagos y cuevas naturales se levanta uno de los monasterios más espectaculares de Aragón, en el que hoy en día podemos hasta pasar la noche. Los viajeros lo visitan por su enclave privilegiado y sus ruinas y se quedan por la leyenda del chocolate.
El Monasterio de Piedra: el rincón más espectacular de Aragón
Este monasterio de Piedra debe su nombre al río que pasa a su lado, el río Piedra, y que invade el lugar del murmullo del agua al pasar. Su construcción se remonta al siglo XIII, por lo que muestra una arquitectura eclesiástica muy sobria y desnuda, sin ornamentos y de inspiración románica y gótica. Una joya esculpida en piedra que contrasta con el entorno verde y salvaje.
En el año 1835 los monjes abandonaron el lugar, que quedo desprotegido y fue cayendo en la ruina. Pero fue comprado, le dieron un lavado de cara y lo proyectaron como un destino turístico y hotel. Por eso hoy en día es una parada obligatoria si visitas Zaragoza: tiene historia, naturaleza y además puedes hacer noche allí mismo.
Algunas estancias originales se pueden visitar hoy en día por 18,50 euros. La sala capitular, la iglesia y su cripta, el lavatorio, el refectorio y su espectacular claustro datan del siglo XIII y juntos se han convertido en uno de los conjuntos arquitectónicos más visitados de la región. La cocina también data de esa fecha, pero su verdadera fama viene por ser el origen de una bebida que nos cambió la vida.
El Parque Natural del Monasterio de Piedra
Si con pensar en la maravilla de monumento que es el Monasterio de Piedra ya te han entrado ganas locas de ir, espérate a descubrir su entorno. Porque este enclave está rodeado de un verdor exuberante que esconde cuevas, lagos, arroyos y cascadas como Cola de Caballo, un salto de agua de 90 metros de altura que tiene detrás una gruta con agua turquesa imposible de olvidar.
El hotel Monasterio de Piedra
Dentro de este Bien de Interés Cultural se ubica un hotel de lujo con spa incluido. Está construido en el claustro nuevo del siglo XVII, con habitaciones donde antes estaban los dormitorios de los monjes. También tiene piscina al aire libre, restaurantes y zonas ajardinadas. ¿Lo mejor? Puedes ir con tu mascota, porque es un hotel que permite perros.
El origen del chocolate a la taza
He dejado lo mejor para el final. Este Monasterio esconde una leyenda, la del primer chocolate a la taza de la historia. Cuenta la leyenda que el primer cacao que llegó a España desde México terminó en este monasterio. Los monjes lo usaron para combatir el frío del invierno y así inventaron el exquisito chocolate a la taza.
Hoy en día se puede visitar la comida donde sucedió esta magia. E incluso comprar chocolate en la tienda del monasterio, que está exquisito y, según parece, responde a una tradición de siglos.
Fotos | @mondepiedra.
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