El Jabón de Marsella no es sólo conocido en la ciudad francesa de donde proviene sino en el mundo entero. Hace muchos años, los maestros jaboneros inventaron esta fórmula que actualmente encontramos hasta en la etiqueta de los líquidos para la lavadora. Es un jabón cremoso que respeta el manto hidrolipídico de la piel y es esa neutralidad la que lo ha hecho famoso.
Pero no todos los jabones pueden llevar la etiqueta de Jabón de Marsella. El auténtico lleva a menudo impreso un número clave: el 72. Lo veréis escrito en los packagings o letreros de las tiendas que los comercializan. Es el porcentaje de ingrediente graso mínimo que debe mezclarse.
Generalmente, ese 72 % de grasa es vegetal: el aceite de oliva es muy usado para estos jabones. Un dato curioso sobre su elaboración es saber cuándo ha cuajado el jabón: se va mezclando en la jabonera y se va probando la pasta resultante. Cuando deja de picar al contacto con la lengua, ya está listo para dejar secar. Ahora ya puedes desenpolvar la jabonera de tu abuelo.
Foto | olive4691bordeaux, Marionzetta En Arrebatadora | Jabones de formas deliciosas, Mis dos jabones L'Occitane: la rosa y la oliva
