El 29 de octubre volveremos a cambiar la hora y a las 3.00 volverán a ser las 2.00. Una hora más de día que afecta a más de un billón de personas en el mundo y no precisamente bien. ¿Eres de las que con el horario de invierno se siente cansada, hastiada y como de resaca? No estás sola. Te cuento por qué ocurre esto y tres trucos para combatir el bajonazo.
Por qué nos sentimos peor con este cambio de hora
Aumentan los estadios depresivos
A primer vistazo, ganar una hora más de sueño debería sonarnos a planazo. Pero lo cierto es que el horario de invierno puede empeorar y agravar estados depresivos, debido a la pérdida de horas de sol, según sugieren varios estudios.
De hecho, una investigación de Epidemiology afirma que durante la transición a este horario el número de visitas al hospital por depresión aumenta en un 11%. Este fenómeno se asocia al adelantamiento del anochecer que marca el comienzo de un largo período de días más cortos.
Cambian los hábitos de sueño
Cualquier cambio en los hábitos de sueño disrupta los ritmos circadianos y nos hace perder la rutina del sueño. Estos son los cambios físicos, mentales y conductuales que siguen un ciclo de 24 horas. Es decir, nuestras funciones corporales esenciales. Incluso una sola hora de diferencia impacta en ellos, traduciéndose en mal humor y ansiedad y así lo sugiere la Sleep Foundation.
Disfrutamos de menos horas de sol
Amanece antes y anochece antes. Esto, traducido a todas las personas que tenemos un horario de 9 a 17, es un horror. Porque básicamente, salimos de noche de la oficina y sentimos que el día se nos ha ido de las manos. Pero además, esta nocturnidad hace que pasemos menos tiempo fuera de casa o haciendo deporte en exteriores. Fatal, porque muchos estudios sugieren que el tiempo fuera de casa afecta positivamente al cerebro.
"La exposición de la luz solar puede afectar a nuestros niveles de serotonina. Pasar menos tiempo expuestos a la luz solar puede hacer que haya una caída en los niveles de la misma y eso afecta a nuestro estado emocional. Además, los niveles de melatonina también se ven afectados, pudiendo provocar alteraciones del sueño. Si a esto le sumas que nuestro cuerpo tarda un poco en adaptarse al cambio de hora, tienes cierto caldo de cultivo para entender por qué este horario puede afectarnos y ponernos tristes o de mal humor" - Iria Reguera, psicóloga.
Cómo levantar de nuevo el ánimo con el horario de invierno
Ya sabemos que no hemos perdido la cabeza. Que hay razones de peso para estar de bajón con el cambio de horario. Pero no vamos a conformarnos y aceptar sentirnos así de mal. Especialmente cuando hay tres trucos que nos pueden ayudar a levantar el mood.
Las horas de luz se sacan de donde sea
Vale que a las seis de la tarde sea de noche. Pero quizá este es el momento de empezar a aprovechar las mañanas antes de entrar a trabajar. Podemos comenzar con una rutina de yoga matutino de 20 minutos en el parque o un sencillo paseo en el descanso para coger sol.
Y si nada de esto es posible, podemos probar la terapia lumínica con una caja de luz. Estas cajas imitan la luz exterior y algunas investigaciones indican que este tipo de luz puede provocar un cambio químico en el cerebro que mejora el estado de ánimo.
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Hacer deporte para darle un boost a la serotonina
Si hay que darle un extra de mimos a la hormona de la felicidad en estas semanas, se le da a golpe de mover el culo. Hacer deporte, cualquier deporte, ayuda a elevar los niveles de serotonina y nos previene de caer en moods depresivos. Así lo indican varios análisis y, sinceramente, el sentido común. Así que ya sabes, con el cambio de hora no te hagas bola viendo Netflix, que el bajón viene fácil.
Haz la adaptación de forma gradual
Otra opción para que el impacto no sea tan fuerte en nuestro estado de ánimo es adelantarnos al cambio, como aseguran en Sleep Education. Podemos comenzar a cambiar nuestros horarios de sueño de 15 minutos en 15 minutos e incluso cambiar la hora el día de antes para irnos a dormir a la hora normal y tratar de ganarle la batalla al cambio horario.
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Fotos | Anthony Tran, Rehina Sultanova, Alex McCarthy vía Unsplash.
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