Las perdidas de peso extremas transforman el físico de una persona, volviéndolas irreconocibles (de manera real). Esa sensación la hicieron hace unas semanas unos alumnos de tres años después de 10 meses sin ver a su maestra y verla aparecer por clase con 40 kilos menos. Es el caso de Abby Smith, una profesora de Texas que no dudó en someterse a una cirugía bariátrica para perder peso (y funcionó).
Así fue la transformación física de Abby Smith
Profesora del jardín de infancia en Conroe (Texas), a su vuelta anual a las clases la profesora apareció con 40 kilos menos. Este hito lo logró gracias a una transformación física que ahora le permite tener mucha más energía para poder seguirle el ritmo a sus alumnos (quienes no paran).
Con una adolescencia llena de malas decisiones alimentarias, su pesó llego a los 116 kilos. Con muchas dificultades para subir la rampa de entrada al colegio o para seguir las tareas rutinarias como agacharse, hizo que su día a día se complicara por momentos. Según comentaba la propia profesora al medio Houston Chronicle, “Mi trabajo requiere que esté arriba y abajo, sentada en el suelo durante la hora del círculo. Y ya no pude hacerlo más”.
El momento decisivo que cambió su futuro
En 2022 Abbey fue diagnosticada con hígado graso, lo que le hizo empezar a sufrir problemas de salud derivados de la acumulación excesiva de grasa. Su punto de inflexión llegó cuando su hija Scarlett quiso jugar a fútbol con ella, pero no pudo. Tras probar todo tipo de dietas, ninguna de ellas funcionaron ya que eran restrictivas y sin sentido. Tras varios meses, optó por la vía de la cirugía bariátrica después de varias reuniones con los profesionales médicos.
Para someterse a esta operación hay dos opciones: bypass gástrico (colocar una pequeña bolsa para ocupar espacio en el estómago) o manga gástrica (extraer parte del estómago). Al tener colitis ulcerosa, se decantó por la opción de manga gástrica. Se trata de una herramienta eficaz siempre que la persona que la ha realizado siga unas pautas alimentarias a lo largo de toda su vida (no es algo tan sencillo como suena).
Después de su operación y tras el tiempo de recuperación, Abby Smith volvió a la escuela. Ahora tiene mucha más energía con los niños del jardín de infancia y con sus propios hijos, con los que ya puede jugar a fútbol. Tras estos 10 meses de pérdida de peso la transformación no solo ha sido física, también ha sido mental.
Fotos | Ksenia Chernaya
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