Llegan las Fiestas. Sinónimo de alegría, alborozo e ilusión, pero también de dulces tentaciones, alguna que otra copa, sesiones sentados al calor del hogar y la familia... Si queréis que os diga la verdad, suelo sucumbir y salir bastante “maltrecha” a mi aventura del nuevo año.
Sé que la mayoría de nosotras comenzamos enero en mala forma, con unos kilitos de más y pensando lo fácil que hubiese sido no hacerlo, decir "no" a ese trocito de turrón, esas copas de champagne y esa pereza que provoca el frío.
Sin embargo, mi concepto cambió algo el año pasado, al menos la forma de enfrentarme a enero. Fue la primer vez, que iluminada por aún no sé que luz, no probé el dulce ni tomé esas delicias que ofrece la Navidad en exceso. Sé que fue una excepción porque no me costó hacerlo, siendo como soy además golosísima.
Este año vislumbro, desde ahora mismo que, salvo una toma de conciencia, no va a ser igual. Mi cocina está llena de tabletas de turrón a las que en más de una ocasión al día acudo, y eso cuando aún queda más de un mes para que todo esto dé comienzo.
Si hace unos días os daba unas claves de belleza para preparar con tiempo unas fiestas en las que queremos brillar, en esta ocasión os invito a leer alguna de las reflexiones más elementales que la mayoría deberíamos tener presentes durante este mes previo. El objetivo: guardar la calma, tener previsión y que nada se vaya de nuestras manos. Me dispongo a hacer un llamamiento a todas las que os encontráis en la misma situación de debilidad que yo. Sólo voy a intentar aplicar el sentido común. ¿Lo intentamos?
Siete reflexiones a tener en cuenta
El dulce en exceso, como todo, no conduce a nada bueno. Aún con esta premisa, sé que alegra la vida, al menos la mía, así que voy a intentar ser racional, un poquito al día y una manera de administrar ese pequeño premio. Mi fórmula: tomarlo muy despacio, mientras trabajo, leo o veo una película. Saborearlo, disfrutarlo, y no empezar desde ahora, vamos a esperar al menos unos días.
Intentar sustituir cualquier intento de asaltar la cocina, con la deliciosa actividad de preparar una infusión navideña o invernal, una de esas con canela, frutas o esencias cálidas y apetecibles, y endulzarla con edulcorante. Dulce, templado..., tomar una infusión distrae la atención sobre los alimentos llenos de calorías que abundan estos días. Su toma se prolonga en el tiempo y es una fuente estupenda de hidratación. Una exquisita es Clarins Kusmi Té con notas de té verde, algas, grosella y rosa para relajarnos y disfrutar.
Si estás pensando en hacerte un tratamiento facial, este es un buen momento, siempre que preveas con tiempo las posible contrariedades que en ocasiones pueden surgir. Un pequeño hematoma o mancha suele durar unos 10 días, algo que hay que tener en cuenta para que se resuelva sin problema antes de cualquier evento.
Lo mismo para tu cabello: mechas, tinte, un buen corte..., hazlo ya y disfruta de los días previos a la Navidad con una imagen cuidada, sin agobios ni citas de última hora.
Sé que el frío de la calle llama al calor del hogar, sin embargo no conviene relajarse en exceso y recurrir a unas palomitas mientras vemos una película. La tentación está ahí, pero no. Intenta abrigarte y salir, caminar, ver, distraerte y comerte el mundo con una sonrisa. Es un gran remedio para tonificar la piel, activar la circulación, crear endorfinas y tener mejor humor.
Las compras, un detalle a tener muy en cuenta. ¿Crees que este año serás capaz de tener todo listo con antelación? Recuerda lo horrible y el pésimo humor que puedes llegar a tener si dejas la elección de tus regalos para última hora.
A propósito de humor, la felicidad, tranquilidad y dormir está directamente relacionado con el buen estado de la piel. Así que evita los malos rollos y aléjate de ellos. No caigas en esas discusiones tontas que suelen surgir por estas fechas y sé olímpica, porque tu rostro lo agradecerá.
Éstas sólo son algunas pautas para encauzar el camino hacia la Navidad, llegar estupenda y salir mejor aún. Recuerda: dedícate a ti, sonríe a los demás y prevé lo que por experiencia sabes surgirá.
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