Las partes más sensibles del rostro: labios (y II)

Las partes más sensibles del rostro: labios (y II)
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Tener los labios suaves y carnosos siempre no es fácil, ya hemos comentado en Arrebatadora que la piel que cubre nuestros labios no cuenta apenas con glándulas sebáceas. El problema viene después, están más desprotegidos, tienden a la sequedad y se muestran antes las temidas líneas de expresión.

Para protegerlos y mimarlos tenemos que tener en cuenta dos consejos básicos. El primero exfoliar, es la única manera de eliminar las células muertas. En el mercado hay exfoliantes específicos para los labios, en su composición casi siempre llevan microcristales de azúcar que no son agresivos con la delicada piel del labio. Aplícalo después de habértelos limpiado para eliminar restos de carmín o cacao, con una o dos veces por semana es suficiente.

El segundo consejo es la hidratación, es imprescindible para evitar que se escamen y se vayan arrugando en exceso, sobre todo por los laterales. Lo mejores hidratantes de labios llevan entre sus ingredientes manteca de Karité, aceites y vitamina E. Lo importante es no dejarlos nunca "desnudos" ante las inclemencias del tiempo, lleva tu protector siempre en el bolso y aplícalo cuantas veces sea necesario. Los cacaos labiales te harán más efecto si los aplicas con tu dedo índice desde las comisuras hasta el centro sin arrastrarlo, dándote pequeños toques formando círculos. Por las noches también te los puedes echar, el secreto de que por la mañanas estén más bonitos es aplicar en las horas de sueño una cantidad extra a modo de mascarilla, al levantarte notarás el cambio.

Nunca te humedezcas los labios con saliva, la sensación de tenerlos bien dura segundos, después se secan mucho más.

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