En Trendencias Belleza estamos acostumbradas a ver de todo respecto a cirugía estética, desde intervenciones para acortar los dedos de los pies con el fin de lucir tacones, hasta mujeres preciosas que se destrozan la cara en un quirófano, pero no por ello vamos a dejar de sorprendernos, al final siempre aparece una operación nueva que no esperábamos.
Como muestra, ocho tendencias en cirugía (más o menos inéditas), para todos los gustos… o disgustos, según se mire.
El paso de los años puede hacer que la piel de alrededor de las comisuras de los labios caiga hacia abajo, dejando unas marcas parecidas a las líneas que tienen las marionetas de los ventrílocuos. Eliminado unos pequeños triángulos de piel alrededor de la boca se estira la zona, como si de una sonrisa permanente se tratara, y vuelve a lucir lisa y firme. ¿Funcionará con las sonrisas congeladas por el botox?
Si las cejas postizas no te convencen, pero no quieres renunciar a una moda, que al igual que el resto, tarde o temprano pasará, entonces puedes recurrir al injerto de pelos de la parte posterior de tu cuero cabelludo para darles la anchura deseada. Eso sí, frivolidades aparte, esta intervención puede resultar muy útil para las personas que han perdido el pelo en las cejas, por el motivo que sea.
Las caras redondas dejarán de serlo con la lipectomía de pómulos, consistente en eliminar la grasa que los rodean mediante cirugía. Concretamente la que se encuentra en la bolsa de bichat, la zona justo debajo de las mejillas que se encarga de proteger el conducto por donde sale la saliva. Un consejo, no busquéis fotos en google para localizarla, porque os podéis topar con alguna imagen de la operación… y no, no es nada agradable.
Ya habíamos hablado del thigh gap o “hueco entre las piernas” y los peligros de someterse a dietas demasiado estrictas para conseguirlo. Una alternativa, que por suerte no requiere cortes ni liposucciones es un láser frío llamado Zerona, que al parecer elimina la grasa de esta zona, aunque las malas lenguas cuentan que simplemente redistribuye los fluidos.
La cirugía del ombligo no nos pilla de nuevas, la primavera pasada ya descubrimos que era posible conseguir moldearlo a golpe de bisturí; hacia adentro, redondito y perfectamente normativo.
La verdad es que no sabía como llamar a esto, que todavía me resulta increíble. Todas sabemos que cuando no eliges bien el sujetador y te queda pequeño se forman unos rollitos debajo, delatando que no llevas la talla correcta.
La solución parece fácil, comprar uno que no te apriete, pero parece que hay quién prefiere otra opción, la de directamente eliminar esos “rollos” quirúrgicamente. Total, qué son un par de cicatrices…
Continuando con el pecho y los sujetadores ¿Para qué llevarlos por fuera si podemos llevarlos por dentro? Dos ganchos que se agarran a las costillas y una tira de silicona consiguen el milagro, aunque también existe la alternativa de una especie de malla sostén interna que levanta el pecho y termina con cualquier atisbo de flacidez.
Esta técnica es bastante común tras una reducción de pecho para adecuar la aureola al nuevo tamaño, pero ahora también se utiliza simplemente para darle el diámetro deseado (no hay que olvidar la cicatriz que queda en su lugar). Por otra parte, los pezones también pueden moldearse al gusto, más cortos, más finos, menos pronunciados…
La mayoría de estas “novedades” me producen escalofríos, pero siempre he sido bastante miedosa y poco amante de la cirugía estética (puramente por estética), así que supongo que mi opinión no es muy significativa ¿Qué pensáis? ¿Os llama la atención alguna de estas tendencias quirúrgicas?
Vía | The Gloss
Fotos | Aimee Heart | misselejane
En Trendencias Belleza | El miedo a envejecer produce monstruos
