Hoy sale a la venta el nuevo número de la revista Vanity Fair, y en su portada, lejos de las imágenes que hemos visto a nivel internacional, vemos a una Scarlett Johansson muy agresiva, y sincera, como en todas sus declaraciones.
Lleva trabajando desde los 9 años y a los 26 puede decirse que está en lo más alto de su carrera, películas indies, de acción, Broadway, campañas internacionales, publicidad... incluso polémicas eróticas incluidas.
Precisamente sobre esas imágenes que dieron la vuelta al mundo dice,
Se las mandé a mi marido hace tres años (Ryan Reynolds). Lo cual no tiene nada de malo. No es que es tuviera grabando una película porno, aunque eso tampoco tiene nada de malo.
En esta portada, la actriz nos sorprende con un cambio de look, de rubia a pelirroja, dejando atrás ese romanticismo que vimos en Dolce & Gabanna.
Me encanta la imagen de Scarlett en la ventana con el vestido abierto por la espalda... Y la gama de complementos, espectacular. No me convence del todo este look, desentona por completo el vestido con el peinado, casi más propio de la mala de Blancanieves.
Las fotos se hicieron en un paraje increíble, una casa italiana que casi podría ser un palacio clásico. Heather Sommerfield ha sido el director de este mini corto donde luce perfecta. No fue una sesión exclusiva para la revista española, ésta ha aprovechado la edición internacional. El fotógrafo encargado de la sesión fue Mario Sorrenti.
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