En el 2013 Terry de Gunzburg y el maestro perfumista Jean-Michel Santorini presentaban Terryfic Oud, una fragancia con acordes decididamente orientales, llena de misterio y de fuerza que, poco a poco, se ha ido haciendo un lugar entre las obras de arte de la perfumería.
Hoy, han llegado un poquito más lejos al unir esta experiencia con un nuevo dúo olfativo que ha llegado para completar la fórmula original.
Terryfic Oud Extrême, pues así es como han bautizado a esta nueva interpretación de la fragancia, resulta aún más enigmático y voluptuoso si cabe, llevando hasta el límite la fragancia de la rosa y del oud.
Este elixir viene protegido por un frasco de cristal, tintado de un elegante color dorado en su interior y adornado con lujosos arabescos inspirados en los azulejos y en las celosías de inspiración andalusí que, como el nuevo perfume Goldea de Bvlgari, parecen una reinterpretación de los que se pueden ver en el patio de naranjos del Alcázar de Sevilla. Un auténtico palacio de las mil y una noches olfativo, donde reina la sensualidad. Precio: 380,00 euros (100 ml).
Terryfic Oud l’Eau es otra variación de la fragancia original cuyas notas cítricas de salida hace que enseguida la asociemos con el calor del Mediterráneo, la lavanda, las rosas, el comino, y el azafrán sobre notas amaderadas de cedro y almizcle para fijarlo todo bien. Precio: 275,00 euros (100 ml).
Delicadamente custodiada por un frasco adornado con una especie de celosía en color rosa palo que también recuerda un poco al encaje, y con un lujoso tapón dorado de formas totémicas, esta fragancia a un mismo tiempo intensa y dinámica viene a completar el trío de esta suntuosa danza a tres.
Está claro que las tendencias están en el aire, y son lo que son. De un tiempo a esta parte los azulejos de cerámica inspiran a las grandes marcas como a Sisley con su fragancia Soir d'Orient y también a algunos artistas como Shamekh Al-Bluwi, pero justo es que reconozcamos, aquí y ahora, que el primero en trasladar esta estética a los perfumes fue Loewe que pidió al artista Carlos Buendía, en el 2013, que reinterpretase sus fragancias más conocidas mediante un universo onírico inspirándose en la arquitectura andalusí y en el arte decorativo del mosaico (Zellige), convirtiendo sus emblemáticos frascos en diseños exóticos e intimistas.
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En Trendencias Belleza | Loewe y el espíritu andalusí en edición limitada
