¿Cambiarías algo de tu cuerpo?

¿Cambiarías algo de tu cuerpo?
Sin comentarios Facebook Twitter Flipboard E-mail

Ya van un par de días en los que nos hacemos eco de noticias un poco "escandalosas" como la de la campaña de Perfect Body de Victoria's Secret o la de "tallas grandes" de Calvin Klein. Hoy vengo a traeros el contrapunto a estas campañas, que ya va haciendo falta.

Se trata de un experimento de Jubilee Project en el que se ha preguntado a 50 personas (mayores y pequeños, hombres, mujeres y niños) qué cambiaría de su cuerpo si pudieran. ¿Qué creéis que han respondido?.

Todos los adultos dieron respuestas similares a la pregunta de "¿qué cambiarías de tu cuerpo?": siempre hacían referencia a pequeños defectos (grandes para cada uno cuando lo sienten así) que les han tenido acomplejados durante mucho tiempo: cara regordeta, orejas grandes, frente ancha... Seguramente lo que muchas de nosotras también cambiaríamos si pudiésemos.

Pero la gran sorpresa llega a la hora de escuchar las respuestas de los niños: sin ningún tipo de pudor o vergüenza no dudan en declarar que les gustaría tener alas, cola de sirena, correr más rápido que un leopardo... Ninguno, ni uno solo de ellos hace referencia a algún defecto físico.

¿De quién es la culpa de que crezcamos acomplejados?

Casi todos los adultos recuerdan momentos de su infancia o juventud en los que sus compañeros de clase se han metido con ellos por esos pequeños defectos, y de este modo han creado en ellos un complejo. ¿Es la sociedad entonces culpable de estos complejos que arrastramos durante buena parte de nuestra vida? desde luego, ninguno de ellos hace referencia a campañas de publicidad o a querer compararse con modelos de revistas, sino a su entorno más cercano.

Personalmente, creo que tiene mucho más peso a la hora de crear complejos lo que nos puedan decir personas más o menos allegadas (aunque sólo sean conocidos de una tarde) que las campañas de publicidad, aunque estoy de accuerdo en que algunas de ellas son muy desafortunadas. Yo jamás había pensado que tenía la nariz grande hasta que un niño me lo dijo jugando en el parque; y os puedo asegurar que si ahora mismo me ofrecieran cambiar una parte de mi cuerpo, cambiaría mi nariz. Y es por culpa de ese niño, no porque no sea igual a la de Angelina Jolie.

Seamos nuestra mejor versión

No soy Gisele Bündchen. Posiblemente tú, que estás leyendo este post, tampoco lo seas. ¿Y qué? No aspiro a tener un cuerpo de modelo de Victoria's Secret, pero sí aspiro a ser una mejor versión de mí misma, tanto en lo intelectual como en lo físico, que es el tema que tocamos en este artículo.

Piensa en qué puedes hacer tú para ser tu mejor versión. No quieras tener los glúteos de Alessandra Ambrosio, porque su genética y sus circunstancias son distintas a las tuyas. Pero haz lo que puedas para tener los glúteos de María-Eva-Sara (inserta aquí tu nombre) en su mejor versión.

Para hacer esto el primer paso es realizar un ejercicio de reflexión y aceptarnos a nosotras mismas: aceptar que hay cosas que se pueden cambiar y hay cosas que no. Siempre lo digo, pero yo mido 1'58, y nunca podré ser modelo de pasarela: muy bien, lo acepto, pero hay muchas cosas que puedo mejorar de mí y en las que trabajo cada día.

Mientras estás pensando, torturándote y quejándote por cosas que no puedes cambiar, también estás perdiendo la oportunidad de mejorar en muchas otras. Elige en qué quieres invertir tu tiempo y sé tu mejor versión.

Imagen | Captura del vídeo de Jubilee Project
Vídeo | Jubilee Project
En Trendencias Belleza | La dieta que sí funciona: el cambio de hábitos

Comentarios cerrados
Inicio