Hasta ahora sabíamos que el estrés suele estar relacionado con un exceso de peso, especialmente si nos lleva a practicar málos hábitos como comer de más para evitar la ansiedad, pero un equipo de investigadores de la Universidad Estatal de Ohio ha descubierto que además esta asociación puede deberse a que también ralentiza el ritmo al que nuestro organismo procesa los alimentos grasos.
Así que podemos comer exactamente lo mismo que una persona que no tiene estrés, pero si lo estamos padeciendo tendremos más posibilidades de engordar.
En la investigación, publicada en la revista Biological Psychology, han observado que las mujeres con estrés quemaron 104 calorías menos al ingerir una comida grasa, similar a una hamburguesa grande de una cadena de comida rápida.
Una diferencia en principio no muy alta, pero que si la vamos sumando cada día y la unimos a una alimentación peor, puede traducirse en un aumento de peso considerable.
Datos de la investigación
El estudio se llevó a cabo con 56 mujeres de mediana edad, que completaron cuestionarios para valorar síntomas depresivos o de estrés, hábitos alimenticios y actividad física. También se midió la cantidad de calorías que quemaban en resposo.
Después se les dio una comida de prueba que contenía 930 calorías y 60 gramos de grasa y durante las siete horas siguientes se realizaron pruebas metabólicas para medir los niveles de cortisol (la hormona del estrés), la insulina, la glucosa y la grasa en la sangre, repetidas a cada hora.
El proceso se repitió al día siguiente y de aquí se extrajeron los resultados que indican que las mujeres que habían tenido algún episodio de estrés (31 en total) quemaron menos grasa en este plazo de tiempo.
No es una muestra muy grande, pero sí un buen inicio para futuras investigaciones y una excusa más para aplicarnos la frase de mens sana in corpore sano también en la dirección inversa, cuidando la mente para mejorar nuestra salud y mantenernos en forma.
Personalmente suele ganar algo de peso en las épocas en las que estoy estresada, pero siempre lo había asociado a que suelo comer más y peor, por lo que me resulta interesante conocer otros posibles motivos ¿Cuál es vuestra experiencia?
Fotos | The Road is Home | ColumbusCameraOp
Vía | Infosalus
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