El factor que más influye en el envejecimiento de la piel son los rayos solares, por lo que es imprescindible utilizar un protector solar a diario, no solamente para exponerse al sol. Esta cultura de protección solar no está muy extendida en nuestro país, que considera los llamados "bronceadores" como un cosmético que sólo se utiliza en verano. Sin embargo los riesgos de la exposición al sol sin protección son muy altos en términos de salud, ya que el cáncer de piel es uno de los que más rápidamente se está expandiendo.
Los rayos UVA penetran en la piel, mientras que los UVB sólo dañan la capa superficial. Al ser dos rayos solares distintos, son también distintos los ingredientes cosméticos que nos protegen de ellos. El óxido de zinc (zinc oxide) es uno de los ingredientes a los que tenemos que prestar atención en las etiquetas del producto que estemos usando, ya que protege frente a ambos tipos de rayos solares. La avobenzona, por ejemplo, también conocida como Parsol 1789, sólo protege frente a UVA y el dióxido de titanio tiene una protección sobre UVA pero limitada.
Otra cuestión importante que hay que saber es que el FPS (Factor de Protección Solar) sólo indica la medida de la protección frente a UVB, no UVA, por lo que lo ideal es un FPS alto y un producto que contenga óxido de zinc. El óxido de zinc suele dejar una capa blanquecina sobre la cara, razón por la cual muchos usuarios desechan este tipo de productos, a pesar de su efectividad. Además el FPS te indica el tiempo que puedes estar al sol con ese producto: por ejemplo, si el FPS es de 30, quiere decir que podrás estar 30x10= 300 minutos. En este aspecto, la Skin Cancer Foundation estima lo siguiente:
- Un SPF 15 protege frente al 93 % de los UVB
- Un SPF 30 protege frente al 97 % de los UVB
- Un SPF 50 protege frente al 99 % de los UVB
Recordar además que la protección hay que reaplicarla cada 2 horas.
Más información | Calcula el tiempo que puedes estar al sol
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