La evolución de mi piel mixta de los 25 a los 40 años

La evolución de mi piel mixta de los 25 a los 40 años
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Hasta los 20 años, mi piel fue normal, normalísima. Nada fuera de lo común, un acné suave a la edad correspondiente, ninguna mancha cutánea, ni seca ni grasa, nunca sensible. El periodo más complicado fue a partir de los 25 hasta ahora, una piel mixta actualmente manchada y estresada.

No me di cuenta de que tenía el típico tono apagado algo amarillento de las pieles con estrés hasta que participé en un curso de formación cosmética. Fue el veredicto de todas las compañeras del grupo, me quedé sorprendida. De eso hace una eternidad pero desde entonces no ha cambiado. Tengo que cuidarla con mascarillas, serums y limpiezas de cutis específicas para recobrar el color sano de vez en cuando. ¡Gracias, base de color!

Zona T

Las manchas salieron temprano, como al resto de las féminas de la família. Debe ser algo genético. Es una batalla que desde los 22-25 años venimos perdiendo temporada tras temporada. Es un problema de fotoenvejecimiento de la piel que va y viene de una forma muy caprichosa. A veces está mejor, a veces peor. La estación fatal es el verano. Ninguna de las tres hermanas queremos saber nada de tratamientos con laser.

La piel mixta apareció en mi zona T hacia los 25 años. Cuidándola con una rutina adecuada, no he tenido mayor problema que tener que utilizar texturas distintas invierno y verano: de más cremosas a más fluídas y vuelta a empezar.

Hacia la treintena, la zona T vivía bastante equilibrada, utilizaba cosmética anti-edad primeras arrugas como prevención, se incorporó al equipo de mi neceser el contorno de ojos y pasé de utilizar el protector solar facial de índice alto más meses. De aplicarlo como tratamiento de día solamente julio y agosto, lo adopté 4-5 meses. Ahora son 5 meses incondicionales al SPF 30 y 50 cada día.

stress

Por el ritmo de vida, de los 30 a los 40 años mi piel ha recibido de lo lindo con el estrés, las tensiones, los nervios y el exceso de trabajo. ¡Qué os voy a contar! La zona T va perdiendo exceso de grasa, volviéndose más normal. El resto del rostro, la frente y las mejillas, ya son piel nomal a seca.

En la frente, tengo dos puntos de deshidratación hace tres años que me fastidian muchísimo, justo encima de cada ceja. Las mejillas en invierno necesitan una crema para piel seca o sufren mucho con el frío. Lo que me cuesta más conseguir es mantener la zona de las patas de gallo lisa: se deshidrata con mucha facilidad y necesito contorno de ojo en crema a diario. Ya no puedo “olvidarme” de este gesto sin sufrir consecuencias, eso es sensación constante de tirantez y las primeras arrugas.

Una tímida flacidez en las mejillas hace unos 3 años hizo que me centrase en cosmética reafirmante. Ahora que lo pienso, hace bastante que no tengo en mi rutina un reafirmante. Normalmente es un serum y lo utilizo en cara y cuello. Aunque me he cuidado mucho la piel desde siempre y he tenido la suerte de tener a mano cosmética buena, el paso del tiempo no perdona pero es algo que no me preocupa. Hoy día, todas aparentamos menos edad de la que tenemos (salvo excepciones). Es un pequeño gran triunfo cotidiano contra el tiempo y eso es suficiente.

Foto | B Tal, alancleaver_2000
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