El vello en los brazos no deja de ser un incordio, sobre todo en verano que es cuando más se ve. Sin embargo muchas somos partidarias de llevar los brazos sin un sólo pelito tanto en invierno como en verano. Una de las opciones es la cera caliente, o la fría si os atrevéis-duele mucho más-o la preferís por algún otro motivo.
Yo llevo poco tiempo depilándome los brazos con cera, ya que antes los decoloraba. La experiencia en general es satisfactoria, aunque el tirón es bastante doloroso aunque estés acostumbrada a la depilación con cera caliente. Además tiene algunos efectos secundarios que se dan en algunas mujeres.
Entre ellos están los pequeños hematomas que salen después de la depilación, sobre todo si no te la han hecho muy bien-al revés del nacimiento del pelo-o bien si tenías demasiado. Suele ocurrir también las primeras veces y luego en general no aparecen más. Otro problemilla es el de los pelitos enquistados, que suelen aparecer enseguida ya que el vello de los brazos es muy débil.
Debido a ello a veces algunos pelitos no tienen fuerza para salir, por lo que se quedan dentro del poro formando pequeños montículos. Si estos montículos tienen “cabeza” (como una espinilla) os será muy fácil liberar el pelo, y no os asustéis por la largura que puede haber adquirido bajo la piel, porque puede ser grande.
Si no es así es mejor dejarlos o bien acudir al centro de belleza para que os los quiten. En mi caso tampoco he tenido tantos ni tan graves, pero depende de la persona y del tipo de piel y vello que tenga. Por lo demás el brazo queda muy estético y suele durar bastante la depilación, como siempre que utilizamos la cera.
Imagen | Goodcatmum en Flickr
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