Bueno, ya pasaron las fiestas y estamos de vuelta a nuestra rutina. Ufff. Este año vamos a intentar controlar las tensiones y el estrés que juegan tantas malas pasadas a nuestra salud. Y también a nuestra belleza revolucionando el equilibrio de la piel y del cabello.
Encontrar una motivación y tiempo para tener mejor calidad de vida no siempre es obvio. Si solamente una persona decide frenar el ritmo frenético de su agenda o tomarse las cosas con más calma, me daré por satisfecha. Hablo por experiencia y esta es mi lista de daños colaterales que alguna vez se han presentado sin avisar:
- La piel nota el estrés, de ahí que exista cosmética revitalizante. Cuando el tono del cutis amarillo-verdoso sustituye el tono rosado de una piel fresca y sana, puede que sea por pasar demasiados nervios y poco Spa. También pierde su chispa, su luz vital. Ojo, nada tiene que ver con las pieles cetrinas aunque el ejemplo de tono de piel es parecido.
- Tanto nervio suelto afecta a otras personas de distinto modo. Tengo dos familiares que, en periodos de cansancio y estrés, se les marcan las arrugas del rostro de una forma alucinante. Como si de golpe les cayeran 10 años encima. Tras un reposo continuado, la piel vuelve a tensarse. Pero da mucho yuyu que alguna vez no lo haga …
- Otros efectos secundarios del estrés en la piel pueden ser las irritaciones, los brotes alérgicos e incluso psoriasis. Incluso herpes. Si es vuestro caso, mi consejo es que visitéis a vuestro médico y que os hagáis el firme propósito de combatir el exceso de trabajo y preocupaciones.
- ¿Estrés? Aquí llega el exceso seborreico que lo pasa en grande mientras tú lo pasas fatal. El cabello puede sufrir desde un exceso de sebo anormal en tu cuero cabelludo hasta un brote severo de caspa. ¡Es una lata! Ahí puedes controlarlo con cosmética capilar adecuada.
- La revolución seborreica no termina ahí: puede surgir en las aletas de la nariz (cuando se ponen rojas, salen escamas blancas y pica) y en la base de las pestañas (también en forma de partículas de caspa). Son efectos que no sólo molestan físicamente sino también a nivel estético.
En mi época de estudiante, recuerdo que a una amiga le dolía el cuero cabelludo, incluso llegó a perder cabello en abundancia. Por estrés, las personas que suelen morderse las uñas casi acaban comiéndose los dedos. Ya os conté el caso de las canas prematuras, también hay casos extremos de pérdida total del cabello.
Así que tenemos que hacer una lista de actividades que nos ayuden a combatirlo como la reflexoterapia, los masajes de espalda, aprender los puntos de relax y cómo aplicar aceites esenciales relajantes, etc. El ejercicio es un muy buen relajante. Practicar cualquier deporte, seguido de un par de piscinas, entrar en el jacuzzi y la sauna del gimnasio es mi método combinado de relajación y belleza. ¿Cuál es el tuyo?
Fotos | BrittneyBush, magical-world
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