El toque más internacional y mediático a esta edición de los Goya 2012 lo ha puesto (con permiso de Melanie Griffith) la actriz mexicana Salma Hayek que lució así de exhuberante a su llegada a la alfombra roja.
Nominada por su actuación en la película La chispa de la vida, Salma apostó por un vestido en un color burdeos bastante sobrio en contraste con su dorado e inconfundible tono de piel aunque su look tiene varios puntos que merecen ser analizados.
Su melena quizás fue lo más llamativo de su look, un efecto degradé que tan de moda hemos visto últimamente entre las celebrities y que en este caso no es que sea un punto a favor. La verdad que para la ocasión pienso que con un recogido o al menos despejando más el cabello de su rostro hubiera estado más acertada.
Su maquillaje fue toda una apuesta por la naturalidad, y desde luego que se logró, tan solo unas ligeras sombras grises en sus ojos para dar cierto toque de intensidad a su mirada y un toque de brillo en sus labios. En definitiva, un maquillaje muy sobrio, ¿demasiado quizás?. Suficiente raspado.
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